TRANSMISION EN VIVO PARA EL MUNDO
















domingo, 21 de agosto de 2011

A rajatabla




20 Agosto 2011, 8:48 PM
Los imparciales
Escrito por: Orión Mejía (orion_mejia@hotmail.com)
Durante los 27 años que llevo como periodista de El Nacional, mis superiores nunca me han llamado la atención por alguna trapisonda en la redacción de noticias, como corrector de estilo, editor de páginas o en la  elaboración de material de opinión, de ésos que se escriben por cuenta y riesgo del periódico. ¿Quiere eso decir que he sido imparcial? No, lo que demuestra es que  actúo apegado a la ética profesional.

Por  casi tres décadas funjo como columnista y comentarista de radio y televisión, actividades profesionales, que además de proveerme sustento económico, me permiten  expresarme libremente y fijar posición personal sin ningún temor, por consiguiente, en este rol tampoco soy imparcial.

¿Por qué un periodista no puede  parcializarse con lo que cree o fijar posiciones sobre aborto, migración, matrimonio entre homosexuales o cualquier otro tópico?

Lo que un comunicador no puede hacer es  mentir deliberadamente, tergiversar una nota informativa o aceptar o exigir dinero o privilegios a cambio de su opinión o de su silencio, pero ninguna ley positiva o normativa ética prohíbe que un periodista se declare con nombre propio comunista, derechista, ateo, musulmán, cristiano gobiernista u opositor.

Bienvenido Álvarez Vega, director del diario Hoy, es cristiano militante, derecho que ha defendido sin que  esa conducta drene el altísimo prestigio profesional de que  ese buen amigo goza ante  la sociedad a la que sirve con decoro, pasión y dignidad. Orlando Martínez, fue columnista y director de la Revista Ahora, sin renunciar a su militancia política. Es hoy mártir de la prensa.

Diarios y espacio  cibernético están repletos de  periodistas y comunicadores que  militan o simpatizan con  diversos partidos o que cohabitan  con pensamientos  divergentes sobre  la problemática nacional,  sin que  resulte necesario  que se les indilgue el sambenito de “imparciales”.

La  de imparcial es condición infeliz, grisácea, irresponsable, oportunista, sin que se pretenda obligar a todos los comunicadores a tomar partidas públicas, pero es innoble pretender  hacer creer que la conducta ética está indisolublemente  ligada  a la posición aséptica.

Ojalá que pronto llegue el día en el que los periodistas puedan tener un salario adecuado para laborar en un solo medio y que no sea necesario  trabajar en relaciones públicas oficiales, pero tampoco como asesores  corporativos o propagandistas de ron y cerveza, o compelido a  fundar periódicos con  donaciones extranjeras o a recibir “Money Ordey”, de ONG.

A los periodistas les asiste derecho a  emitir opiniones personales; lo que no deben es  manipular información,  montar campañas aviesas, privilegiar o discriminar con el uso  y distribución de espacios. Lo más perverso es esconder bajos instintos  detrás de la infeliz condición  de “imparcial”. (Tomado de El Nacional).-
Compartir:

No hay comentarios :