Por Adriano Miguel Tejada
El licenciado Danilo Medina Sánchez emitió unas declaraciones el domingo que aparentemente fueron dirigidas al Partido Revolucionario Dominicano, pero cuyos verdaderos destinatarios pertenecen al Partido de la Liberación Dominicana y a los integrantes del Bloque Progresista.
Danilo, que parece haber aprendido la lección, declara que en el PLD “no hay traidores”, y esa respuesta no va dirigida al PRD, sino a recientes acusaciones de que estaba en tratativas con un líder opositor y que boicoteó el triunfo en la sindicatura de Santiago de su propio partido.
Al señalar que “el PLD es una familia… razón por la cual acudirá unido a las elecciones del 2012″, lo que está adelantando es un mensaje a los propios militantes morados de que él no se va a convertir en un factor de división, pase lo que pase.
El mensaje se torna todavía más claro cuando afirma que en el pasado fue víctima de intrigas que le hicieron daño, “pero como nadie tropieza dos veces con la misma piedra, en esta ocasión pierden su tiempo quienes pretenden volver con la misma estrategia”.
Ese mensaje no es al PRD. Es a su propio partido y al Bloque que es de donde han salido las intrigas pasadas y las actuales.
La política es un código de señales. Con estas declaraciones, Danilo Medina ha enviado un mensaje claro a la militancia del PLD: no va a ser un rebelde, sino un soldado y si él no va a dividir el partido, espera que otros hagan lo mismo.
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